Desde el fin de las dictaduras (1961-1987) en la literatura coreana hubo un florecimiento literario no exento de crudeza, ironía y, en definitiva, una exacerbación de todo lo que puede pedírsele a la literatura en un país que en el siglo XX ha atravesado todos los dramas posibles. Si algo caracteriza a los ocho escritores contemporáneos que aquí presentamos, es el tener posiciones políticas ligadas al contexto histórico social, y no a la autonomía literaria o a los parámetros claustrofóbicos de valoración literaria impuestos por la modernidad. Este es un atributo diferencial, no un valor. Es decir, es el modo en que lo político entra en el lenguaje de una sociedad oriental específica. Corea no terminó de salir de la pobreza y saldar los traumas que dejó el colonialismo japonés cuando estalló la guerra de Corea. Las secuelas, a pesar de la entrada acelerada en el neoliberalismo y la dosis paliativa de amnesia que el mundo del entretenimiento y el consumo inyectó en una sociedad avanzada e hipertecnologizada, todavía hoy duran.
Los escritores reunidos en este volumen pertenecen de algún modo a esa Corea única, previa a la dibisión. Los ocho cuentos forman un mapa posible para entender la literatura coreana más reciente y su principal corriente: un realismo de corte social que sincroniza la literatura y la historia con el presente nacional. Ji-do, en este sentido, puede resultar una antinomia básica que muestra un secreto natural de la literatura: el de las ficciones que producen realidad.
ISBN: 9789871240418
Fecha Edición: 01/09/2009
Páginas: 214