Las magníficas litografías de 1825, que aquí presentamos como "Los toros de Burdeos", está precedida por una larga trayectoria dedicada al arte gráfico. Goya realizó estas cuatro litografías de asunto taurino al final de su vida, cuando contaba 79 años de edad y residía en Burdeos lejos de su patria. Por tanto, para él supusieron un ejercicio de nostalgia, el recuerdo de las escenas taurinas contempladas en España.