El placer de odiar, como un mineral venenoso, roe el corazón de la religión y la torna rencor doliente e intolerancia; hace del patriotismo una excusa para llevar fuego, peste y hambre a otras tierras; no le deja a la virtud más que el espíritu de la censura y una estrecha, celosa e inquisitoria vigilancia de las acciones y razonamientos de otros.
Odiamos a los viejos amigos, odiamos los viejos libros, las viejas opiniones y, finalmente, terminamos por odiarnos a nosotros mismos.
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ISBN: 9786077546382
Fecha Edición: 01/06/2010
Páginas: 62