El silencio es necesario para la palabra, introduce un espacio de respiración, de meditación. Es el soplo de las conversaciones y su tempo. Pero el silencio tiende a ser expulsado de mil maneras del ambiente social. El ruido no deja de ganar y de volver a veces inaudible la palabra.
Hoy es difícil abstraerse, encontrar las condiciones de una interioridad. El silencio se hace raro. Pero ¿se puede hablar sin callarse y, por lo tanto, sin escuchar al otro?¿Se puede pensar en el ruido? La palabra, en ese sentido, es estrechamente solidaria al silencio.
ISBN: 9789506026219
Fecha Edición: 01-Cax-2011
Páginas: 160